lunes, 13 de octubre de 2014

La importancia de la igualdad de derechos laborales para las trabajadoras del servicio doméstico

Es bien conocido que tradicionalmente el sector de empleadas/os del servicio doméstico ha vivido de la llamada economía sumergida. Previo a la implantación del Sistema Especial de empleados del hogar, según datos del Gobierno, estaban integradas/os a diciembre de 2011 en el Régimen Especial antiguo 296.950 trabajadoras y trabajadores del hogar (Ministerio de Empleo y Seguridad Social, 2012), una cifra que dista mucho de la dada por el INE, con un dato de 660.400 en el cuarto trimestre de 2011 (INE, 2011).

Con la implantación del Sistema Especial de trabajadores del hogar en el Régimen General, entre otras medidas, se incluyen en la Seguridad Social aquellos empleadas/os que trabajen menos de 60 horas al mes, lo que debería aumentar el número de afiliadas/os. Si observamos las cifras de finales de 2012 de los afiliados dados por el Gobierno y el número de empleados del INE, tenemos que el primero tiene una suma de 428.705 trabajadoras/es en abril de 2014 (Ministerio de Empleo y Seguridad Social, 2014), mientras que en el INE asciende a 659.000 en el segundo trimestre de 2014 (INE, 2014). Ello nos da una cifra aproximada de 230.000 empleadas/os del hogar que hasta el segundo trimestre de 2014 trabajan en la economía sumergida en España.

En un estudio llevado a cabo por Médicos del Mundo en septiembre de 2009, realizado con una muestra de población de 1.125 personas en once países europeos diferentes, se concluía que, entre otros aspectos, el 51,3% de los encuestados "realizan una actividad regular o esporádica para ganarse la vida, sobre todo en la limpieza y el servicio a particulares y en la construcción" (medicosdelmundo.org, 2009). Este dato supone un elevado porcentaje de personas en el mundo que se desplazan para dedicarse al sector del ámbito doméstico, y, para ello, poder ganarse la vida.

Según el Huffington Post, a partir de datos extraídos de un estudio de la OIT con una muestra de 117 países, tan sólo el 10% de todos las/los trabajadoras/es domésticos en el mundo está cubierto por alguna legislación laboral y cuatro de cada diez no dispone de derechos laborales básicos. Además, la mayoría son mujeres, alrededor del 90%. Este dato, en España, supone el 8,4% del trabajo femenino, siendo la mayoría de trabajadoras domésticas de origen extranjero, sobre todo provenientes de Latinoamérica. En América Latina y el Caribe, este trabajo representa el 26,6% del empleo femenino asalariado (Huffingtonpost, 9 de enero de 2013).
En España, el porcentaje de mujeres inmigrantes que trabaja en el sector doméstico es del 36%, el mayor porcentaje de la Unión Europa, y sólo el 10% se encuentra al mismo nivel de legislación laboral que el resto de trabajadoras/es (El País, 2013).

Si sumamos el número estimado de mujeres empleadas en el servicio doméstico en España, aquellas que lo realizan de manera irregular, y la carencia de derechos consecuente con esa irregularidad laboral, obtenemos como resultado más precariedad laboral para la mujer, que además, en su mayoría, son extranjeras.
Por todos estos motivos destaca la importancia de la ratificación en España del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo. Convenio que fue rechazado en España recientemente por el Gobierno actual del Partido Popular.
Son quince los países que a septiembre de 2014 han ratificado el Convenio 189, por orden en el tiempo se encuentran: Uruguay, Filipinas, Mauricio, Nicaragua, Italia, Bolivia, Paraguay, Sudáfrica, Guyana, Alemania, Ecuador, Costa Rica, Argentina, Colombia e Irlanda. (ilo.org).

La ratificación del Convenio 189 no sólo es imprescindible para las/los trabajadoras/es, sino también es importante para la economía de un país como España por su elevado número de trabajadoras/es que se dedican a este sector. Este Convenio igualaría los derechos laborales de las/los trabajadoras/es del hogar al resto de trabajadoras/es de España en general, el Convenio 189 contiene unos derechos mínimos, claro que, cada país puede tener condiciones mejores en algunos de los puntos que establece. Los derechos que reza son:
- Un salario mínimo sin discriminación de sexo
- Descanso al menos de 24 horas seguidas a la semana
- El pago en efectivo del salario, así como, realizarlo mínimo una vez al mes,
- La compensación de horas extraordinarias, vacaciones anuales pagadas
- Mecanismos de queja y medios eficaces y accesibles para la protección de los trabajadores domésticos,
- Inspecciones de trabajo por la aplicación de las normas y las sanciones oportunas con respeto a la privacidad,
- Acceso efectivo a los tribunales o a otros mecanismos de resolución de conflictos en condiciones no menos favorables que las condiciones previstas para los trabajadores en general,
- Protección contra prácticas abusivas por parte de agencias privadas, o condiciones no menos favorables que las condiciones aplicables a los trabajadores en general con respecto a la protección de la seguridad social, inclusive en lo relativo a la maternidad

A todos estos derechos le añadimos una disminución importante en el número de empleadas del hogar que trabajasen de manera ilegal y conseguiríamos que este sector gozase de ser un trabajo digno.

Cristina Álvarez

Bibliografía
Chauvin, P., Parizot, I. y Simonnot, N. (Septiembre de 2009): "El acceso a la sanidad de las personas sin permiso de residencia en once países europeos". Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia - Inserm, Centro Nacional de Investigación Científica de Francia - CNRS y Observatorio de Médicos del Mundo.
(www.medicosdelmundo.org/index.php/mod.documentos/mem.descargar/fichero.DOC-115%232E%23pdf)

El HuffPost (9 de Enero de 2013) "España, el país de la UE con más empleadas del hogar". Actualizado: 10 de Marzo de 2013  (http://www.huffingtonpost.es/2013/01/09/espana-a-la-cabeza-de-los-paises-ue-empleadas-hogar_n_2437820.html)

El País (9 de Enero de 2013): "España tiene el mayor número de trabajadores domésticos de Europa"
(http://economia.elpais.com/economia/2013/01/09/actualidad/1357764332_304492.html

Ratificación del C189 - Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189).

(http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:11300:0::NO::P11300_INSTRUMENT_ID:2551460)


domingo, 23 de marzo de 2014

La belleza de la prosa, la belleza del habla



“JOURDAIN. – […] Estoy enamorado de una dama de la mayor distinción, y desearía que me ayudarais a redactar una misiva que quiero depositar a sus plantas
FILÓSOFO. -. ¿Y son versos los que queréis escribirle?
JOURDAIN. -No, no; nada de versos.
FILÓSOFO. -¿Preferís la prosa?
JOURDAIN. -No. No quiero ni verso ni prosa.
FILÓSOFO. -¡Pues una cosa u otra ha de ser!
JOURDAIN. -¿Por qué?
FILÓSOFO. -Por la sencilla razón, señor mío, de que no hay más que dos maneras de expresarse: en prosa o en verso.
JOURDAIN. -¿Conque no hay más que prosa o verso?
FILÓSOFO. -Nada más. Y todo lo que no está en prosa está en verso; y todo lo que no está en verso, está en prosa.
JOURDAIN. -Y cuando uno habla, ¿en qué habla?
FILÓSOFO. -En prosa.
JOURDAIN. -¡Cómo! Cuando yo le digo a Nicolasa: "Tráeme las zapatillas" o "dame el gorro de dormir", ¿hablo en prosa?
FILÓSOFO. -Sí, señor.
JOURDAIN. -¡Por vida de Dios! ¡Más de cuarenta años que hablo en prosa sin saberlo!..."

martes, 17 de septiembre de 2013

Soledad

El ser humano es social por naturaleza, y en soledad busca alguien en quien refugiarse.
Las personas somos números en una escala de grados de calor, cuanta más personas estén juntas mayor en la escala y mayor el calor. Mientras, el sufrimiento es frío, que unido a la soledad se transforma en el más frío de los inviernos. En esta estación del año muchos se acercan al solitario porque saben con certeza que su presencia les hará bien y no será difícil conseguir su debilitado calor. A pesar de ello se alejan de él cuando 'el número' transformado en calor les rodea.
Pero el calor se evapora con el tiempo, y la edad arrastra temores, dolor, remordimientos, rencor, ira y, sobre todo, soledad.
El sufrimiento se padece sólo, nadie comparte tu dolor porque tan solo lo conoce tu mente. Ese daño que se siente te hace experimentar una soledad radical que llega a tal punto que necesitas a alguien superior, sobrenatural y sobrehumano que te cuide: un gran padre o una gran madre que te haga sentir que siempre estarán contigo, que te entienden y sufren contigo ese tormento. La fe deja tu alma en tal estado de paz que te ayuda a superar todo calvario. Una fortaleza que solo te da la fe.
Santa Teresa de Jesús, quien escribió cómo se sentía estando gravemente enferma, decía así: "Hablaba mucho de Dios, de manera que edificaba a todas, que se espantaban de la paciencia que el Señor me daba; porque a no venir de mano de Su Majestad, parecía imposible poder sufrir tanto mal con tanto contento".
El mayor de los grados de calvario es aquel en el que el pensamiento de un fallecimiento es inminente e irrevocable, ahí es cuando la mente o decide dejarse caer en la fe, o la locura acabará por despedazarle el alma.


lunes, 16 de septiembre de 2013

Sobre el matrimonio


"La mujer se casa creyendo que su marido cambiará, y el hombre lo hace pensando que su mujer nunca cambiará. Ambos se equivocan".

Después de la tormenta

Las personas se aferran a la creencia popular de que después de padecer cosas malas, le pasarán cosas buenas. Así el ser humano siente que hay justicia en el mundo, que no todo sigue un libre albedrío. Porque donde hay justicia hay orden y donde hay orden el ser humano se siente protegido de los males que le acecha. Cuando el individuo lo padece se auto-consuela pensando que la justicia natural o divina de las cosas seguirán su curso y que algún día "después de la tormenta vendrá la calma". No conocen que esos límites solo incumben al propio individuo. Cuando la tormenta se va de sus vidas ésta tan solo desaparece o se desplaza, pero mientras ellos viven en la calma otros viven en una constante tormenta. Ilusos egocéntricos que no conocen mal mayor que el de sus propios limites individuales.
Seguros de su metáfora climática después de la tormenta vendrá la calma. Segura de mi representación de la vida mientras unos viven su tormenta otros están padeciendo un huracán.

sábado, 29 de junio de 2013

Una Constante Vigilancia

El ser humano necesita creer en la existencia de cosas o seres sobrehumanos, algo que les haga pensar que no están solos en un universo infinito. 
La existencia de un Dios todopoderoso y omnipresente ha creado personas con miedo a realizar los actos de pecado que prohíbe los textos sagrados de su religión.
Una sociedad de religiosos (en este caso me centraré en los cristianos) en el que encuentro su similitud en la obra de 1984 de George Orwell, en el que el miedo a ser en todo momento observado les lleva a comportarse adecuadamente temiendo el castigo de sus superiores. En este caso el Gran Hermano, en el que los ciudadanos no conocen los castigos de la desobediencia pero sí conocen que aquellos que no obedecen desaparecen para siempre: en el caso de los religiosos el castigo de Dios al no dejarles entrar en el cielo.
Otra de las similitudes la encuentro en Vigilar y Castigar de Michael Foucault, en el que la sociedad que es encarcelada convive en un diseño carcelario que el autor Jeremy Bentham llama el panóptico, recogiendo las metáforas de Foucault. Las personas al creer que pueden estar siendo vigiladas en cualquier momento son llevadas a la autoeducación. Un diseño en el que pueden vigilar y observar a las personas pero ellos no pueden ser vistos. Una vigilancia invisible, y un miedo a la anti-ley.
Una sociedad que cree estar en constante vigilancia son llevadas a comportarse de una manera ética en su cultura y conforme a la ley de su país. La actual abrumadora existencia de cámaras de vigilancia en cualquier parte de nuestras calles es un ejemplo de ello. Si sabemos que una cámara nos está vigilando, es mejor que no hagamos algo que vaya contra de la legislación.
El panóptico y 1984 conforma sociedades vigiladas por cámaras que conducen a una mejora de las conductas por miedo a ser descubiertos y castigados. Pero si aplicamos el concepto de "cámara de vigilancia" con la idea de un Dios omnipresente que nos vigila para cualquier creyente, tenemos un miedo hacia no sólo un castigo por parte del Estado, sino un castigo divino: la peor de las penitencias. Con esta relación tenemos que la religión daría orden a una sociedad, un sentido del orden que fue construido con la creación de la Biblia y la Iglesia y que se encuentra como naturaleza inherente a las sociedades: en constantes transformaciones.
En resumen, la relación de ambos ejemplos con respecto a la religión cristiana conduce a la conclusión de que una sociedad bajo fuertes valores divinos tiende a un mejor comportamiento, si entendemos que esa conducta está basada en la ética y moral del fiel cristiano que se ha criado bajo el manto de los valores divinos, y le añadimos lo que entiende cada ser humano en función de su cultura. A modo de conclusión, se trata de unas normas basadas en el bien y el mal vistas bajo el prisma del Vaticano y sus textos y la mirada supervisora y castigadora de un Dios omnipresente que ordenaría y equilibraría la vida social.
Y si no, eso es lo que debieron pensar en su día los creadores de la Biblia.

domingo, 23 de junio de 2013

Aquélla


Aquella gota que se aferra al recuerdo, presente en su pasado, linda, triste y solitaria, anhela al final de su vida no haber nunca ahogado la única realidad que le pertenece. Aquella que ha sumergido en un estanque y pudre hasta sus pensamientos. 
Mira a la misma con rencor en sus adentros. Arrebatadora de sus razones contempla su rostro, sufre en su mirada el hilo que le separa de las dos verdades: principio y fin construidos con ideas como murallas que impiden la locura. Límites que sustentan futuros inexistentes en el presente.
Su realidad casi ha muerto, y la hoja que le mantiene en su final, es la única que le acompaña. Tantas otras gotas que se han unido a ella desde que todo comenzó, se han evaporado. Sólo le queda el tiempo y la espera. Desea el fin tanto como deseó que nunca llegara. Principio y fin finitos se sustentan en el infinito tiempo.
Conoce el dolor como conoce qué le dotó de pensamientos y penas. Aquélla que nunca nombra y que ella piensa: la vida.

jueves, 6 de junio de 2013

Ignorancia



Los niños aprenden cuando los adultos les enseñan los significados de su triste mundo, y así prosigue el círculo de la continuidad infinita. Donde los niños representan su realidad aprehendida siguiendo con el orden establecido. Orden para algunos, desastre para otros. Injusticia y calamidad ocultas bajo la mirada de Hades. 
La ignorancia es el mejor mecanismo para asegurar el control de las conciencias. Ignorancia, sabia álgida decisión ajena, plagada de utilidades para la solución a los problemas que interfieren en los más extraordinarios intereses. 
Pero ellos siguen con su vida, tentando la ira del pueblo, perteneciente de un ápice de esperanza si es rodeada por palabras emanadas de la naturaleza y clavadas en los troncos de los árboles.

jueves, 25 de abril de 2013

Superficie


La suave brisa de la mañana acaricia tu pelo, palpa tus labios y los deja mojados de superficialidad. Tus ojos brillan, y son culpables de los destellos que dañan la conducta material de la moralidad. Tus dulces pies son aquellos que recorren una eterna deriva a la nada. En cuanto a tus delicadas manos, salen ásperas allá donde caminas. De tus entrañas sangran especímenes perfectos cuya hueca esencia raja vidas desesperadas. Ahogadas en su vientre, quedan para la sepultura, bellos y caros cuerpos que un día fueron amantes de la buena vida.

martes, 23 de abril de 2013

Tortura


En la oscuridad de un túnel sin salida se encontraba, sin saber cómo salir ni a quién preguntar. Allí había cientos de seres, buscando calor, buscando un humilde corazón que le ayudase a superar las desgracias, pero nadie se acerca a su lado, solo caminan como almas que en el purgatorio no terminan de curar.
Su imagen se desangra en un río de caminos necios, no encaja en un mundo de sonrisas falsas y momentos tardíos. Sus ojos en blanco miran al más allá anhelando un momento desierto de soledad.
Ahí estaba, al fin, en el barranco del infinito, a un paso de sus pies la falsedad a cien años de su interior la honestidad. Le engaña en cada instante hasta quitarle cada suspiro y la eterna tortura que le despedaza su mentira.
En la hendidura de sus heridas, en los huecos de sus venas, en el vacío de su alma que se condena sin cesar.
El mundo es un señuelo del que no te debes fiar, que te engaña sin consuelo alguno, que te abruma sin desahogo, un lugar de esfuerzo, abandono y dificultad, en el que solo vives y solo vas sucumbir para en el peor momento reencontrarte con el espejo de los sueños muertos.