lunes, 16 de septiembre de 2013

Después de la tormenta

Las personas se aferran a la creencia popular de que después de padecer cosas malas, le pasarán cosas buenas. Así el ser humano siente que hay justicia en el mundo, que no todo sigue un libre albedrío. Porque donde hay justicia hay orden y donde hay orden el ser humano se siente protegido de los males que le acecha. Cuando el individuo lo padece se auto-consuela pensando que la justicia natural o divina de las cosas seguirán su curso y que algún día "después de la tormenta vendrá la calma". No conocen que esos límites solo incumben al propio individuo. Cuando la tormenta se va de sus vidas ésta tan solo desaparece o se desplaza, pero mientras ellos viven en la calma otros viven en una constante tormenta. Ilusos egocéntricos que no conocen mal mayor que el de sus propios limites individuales.
Seguros de su metáfora climática después de la tormenta vendrá la calma. Segura de mi representación de la vida mientras unos viven su tormenta otros están padeciendo un huracán.

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