Gino Longo. III El mecanismo de la investigación científica
El conocimiento siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de
la observación de los mismos. Cualquier observación es ya en ella misma un
principio de análisis, y hay que saber sacar un sentido al hecho.
La tarea de la investigación consiste en descubrir, tras de la
apariencia de los fenómenos, su verdadera esencia, la relación interna.
El primer paso es observar los
hechos, seleccionar los más significativos, descubrir las relaciones que los
unen entre sí y los más sustanciales. Encajar los resultados en un esquema
coherente, llenar lagunas de la observación con supuestos hipotéticos más o
menos justificados, de forma que la totalidad constituya una explicación
coherente.
El segundo paso es formular
una hipótesis.
Los logros más poderosos de la ciencia provienen de la visión que es
afín a la creación artística. Es la percepción objetiva de la realidad a través de los sentidos.
La realidad, adquiere esa capacidad de conocerla y modificarla.
El tercer paso es comprobar los hipótesis,
volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación así
como profundizar el análisis de los hechos.
Comprobación de las hipótesis.
Y el cuarto paso es modificar o
sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la
comprobación realizada anteriormente.
El trabajo analítico consiste en dos actividades diferentes. La
primera es la conceptualización de los contenidos de la visión, fijación de
sus elementos en conceptos precisos que reciben nombres para fijar su
identidad, y el establecimiento de relaciones. La segunda consiste en
buscar más datos empíricos (hechos) con los que enriquecer y contrastar los
hechos inicialmente percibidos.
"Es un gran error razonar mientras se observa pero es
absolutamente necesario hacerlo antes, y muy útil hacerlo después"
(Darwin).
Hacer ciencia supone crear hipótesis y someterlas a una verificación
experimental.
Los hechos han de proceder y han de constituir la base de cualquier
elaboración teórica.
Antes de que se haya iniciado la formulación teórica, posee un bagaje
de conocimientos y observaciones empíricas.
El investigador individual utiliza no solo los hechos observados,
descubiertos y analizados por él mismo, sino también los hechos observados,
descubiertos y analizados por los otros.
lo mismo hace con las hipótesis formuladas por otros investigadores.
De todas estas características peculiares del proceso de conocimiento,
dos consecuencias:
· La condición esencial para poder utilizar los
resultados de las investigaciones hechas por otros es que por nuestra parte
hayamos ya iniciado una elaboración propia. Para controlar, confirmar,
completar o corregir las ideas propias.
· No solo las concepciones y las ideas evolucionan
históricamente, también los conceptos que las
expresan.
Es a menudo imprescindible desarrollar nuestro propio
sistema de conceptos en lugar de hacerlo solo para un concepto.
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Para una buena investigación válida ante las mentes de los individuos
receptores, se debe empezar por la observación como principio fundamental de
toda investigación científica ya sea desde el punto de vista social o desde el
punto de vista de la ciencia. Mediante la observación se formulan hipótesis que
se puede contrastar mediante las hipótesis formuladas por otros investigadores
además de su contraste con la profundización en cada uno de los aspectos de los
datos significativos, y nunca dejando de observar. Debemos experimentar para sacar
las conclusiones que den paso a la formulación de una teoría.
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